Preguntas Frecuentes
¿Mejoraré?
El
tratamiento psicologico es el más indicado para la mejora en
muchas situaciones de la vida. Con más eficacia que otros métodos
alternativos, contribuye a sentirse mejor, con ánimo más
alto, más a gusto, y también a sentirse más capaz
de afrontar las dificultades y conflictos. Y no sólo a eso: también
ayuda a cambiar y mejorar objetivamente las situaciones difíciles.
Gracias a la intervención del psicólogo, la persona puede
romper el círculo vicioso en que se siente atrapada en una situación
aparentemente sin salida.
¿Cómo se trabaja?
A
cada una de las situaciones corresponde un conjunto de modos específicos
de tratamiento o de apoyo. Desde la primera entrevista, que sirve también
para un diagnóstico o evaluación inicial del problema
o motivo de consulta, se acuerdan las condiciones -también las
económicas- de la ayuda psicológica. Es el llamado "contrato
terapéutico" entre el profesional y quien demanda su ayuda.
También en las primeras entrevistas se señalan metas del tratamiento, que se irán concretando y modificando a medida que avancen las sesiones. En cada una de éstas se prescriben o aconsejan tareas para realizar en la vida diaria hasta la siguiente sesión: actividades que pueden y suelen contribuir a la rápida mejoría frente al problema o situación difícil.
En algunas sesiones el psicólogo entrega, tras el oportuno comentario, una breve hoja de instrucciones personalizadas: por ejemplo, sobre el modo y pasos oportunos en orden a combatir la ansiedad, o una fobia, o la depresión. En otras, dado el caso, se realizan ejercicios de relajación u otros que contribuyen al bienestar general o al tratamiento de un problema concreto.
¿Cuánto dura?
Cada
una de las situaciones psicológicas problemáticas tiene
sus modos específicos de tratamiento. Pero éste no tiene
por qué ser largo y extenderse mucho tiempo. En Psicomálaga
se opta por tratamientos breves, tan breves como sea posible para hacer
frente al problema planteado y para que la persona -o la pareja, o la
familia- sea capaz de abordarlo por ella misma.
Los tratamientos suelen realizarse en sesiones de entre 50 y 60 minutos una vez por semana. Nunca puede pronosticarse de antemano cuánto va a durar un tratamiento hasta lograr el restablecimiento de la persona. A mayor gravedad del trastorno o problema, mayor duración por lo general. En los casos en que no hay propiamente trastorno, sino sólo necesidad de apoyo, pueden las sesiones ser cada quince días; y en los de asesoramiento incluso pueden espaciarse todavía más. Para ciertos tipos de problemas y también cuando la persona sólo necesita consejo para un asunto puntual bien definido, pueden bastar unas pocas sesiones.